jueves, 3 de mayo de 2012

Malos tiempos para la lírica

Bertolt Brecht titulaba uno de sus poemas con una expresión que ha transcendido popularmente, incluso, más allá de su propio nombre. Ahora, aunque no tanto como entonces, siguen siendo Malos tiempos para la lírica.

Pareciera que, hoy por hoy, no sirven de nada los conocimientos —no de amistades, esos siempre valen—, la cultura, el saber o, sencillamente, la creatividad. Tantos se preguntan por qué estudiaron, por qué despilfarraron su tiempo, esfuerzo y dinero en conseguir una titulación académica… Y demasiados se arrepienten, porque el panorama actual los sitúa en un escalafón laboral y social muy inferior al que buscaban, por el que se han pasado años luchando.

Por otro lado, sentarse a leer, escuchar o ver las noticias del día es una confirmación de temores y la siembra de otros más profundos. El regreso de ese pasatiempo infantil que hace tantos años quedó obsoleto, o eso creíamos todos, ha puesto en papel con una silueta punteada la salud, la edad, la ayuda, la educación de casi todos. Y así, en un parpadeo, se han convertido en recortables, esperando las tijeras de niños mal afeitados.

Sin embargo, el privilegio de obtener una educación no es algo que esté ni haya estado al alcance de todos. El pasaje a un mundo donde las fronteras no se terminan a la vuelta de la esquina, sino que se expanden a lo largo y ancho, bordeando el desconocimiento humano, eso… eso no tiene precio.

Es la conformación de un rasgo de la identidad de cada persona que no pueden robarle, ni arrebatarle, por más que no le dejen usarlo abiertamente.

Es una enseñanza de vida que a Jenny le costó más de una hora en An Education, pero que no podemos olvidar en épocas como ésta. Porque si hay algo que puede convertir a alguien en independiente —sea cual sea su situación física—, es su capacidad de pensamiento.

Sí, ya sé. Solo al que es feliz
se le quiere. Su voz
se oye con gusto. Su rostro es bello.
               Fragmento de Malos tiempos para la lírica de Brectht

2 comentarios:

  1. Es casi como decir que son malos tiempos para la curiosidad. De verdad estamos tan mal? No sé, chicas, prefiero pensar que sigue habiendo esperanza...

    Un beso fuerte,

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    Respuestas
    1. ¡Cuánto tiempo, Arancha! :)

      Sinceramente, no es una buena época cuando empiezas por recortar en medicinas para los abuelos y libros para los jóvenes.

      Por eso, la idea de esta entrada era remarcar el hecho de que si hay algo que no podrán "recortarte" nunca es lo que has aprendido, tus conocimientos y tu capacidad para pensar e imaginar.

      Fíjate en Brecht, y eso que eran malos tiempos.

      Un abrazo fuerte. :D

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Y... a todo esto, ¿tú qué dices?

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